martes, 10 de agosto de 2010

Los Poetas Malditos. Selección de poemas

IV
CORRESPONDENCIAS
Naturaleza es templo, cuyos vicos pilares
Dejan salir a veces expresiones confusas;
Por allí pasa el hombre entre bosques de símbolos
Que lo observan con unas familiares miradas.

Igual que largos ecos de lejos confundidos
En una tenebrosa unidad muy profunda,
Vasta como la noche, como la luz tan vasta,
Se responden perfumes, colores y sonidos.

Hay perfumes tan frescos como carne de niño,
Dulces igual que oboes, verdes como praderas,
Y hay otros corrompidos y ricos y triunfantes,

Que se expanden lo mismo que cosas infinitas,
Como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso,
Que cantan los transportes del alma y los sentidos.
Charles Baudelaire

TODA EL ALMA RESUMIDA…
Toda el alma resumida
Cuando lenta la expiramos
En anillos de humo
Abolidos en otros

Atestigua el cigarro
Ardiendo sabiamente
Que la ceniza se separa
De su claro beso de fuego

Así el coro de los romances
Del labio emprende el vuelo
Excluye de él si comienzas
Lo real porque vil

El sentido demasiado preciso malogra
Tu vaga literatura
Stéphane Mallarmé



EL DURMIENTE DEL VALLE
Un hueco verde, un hilo cantarín de agua clara
Que andrajos argentinos entre la hierba prende
Loco: en ellos el solo del monte altivo esplende;
Y es como un vallecillo que en rayos espumara.

Un soldado reposa, boquiabierto, desnuda
La cabeza, entre berros azules extendido;
Muy pálido en la hierba mojada se ha dormido
Y la luz llueve sobre su verde lecho, cruda.

Entre las espadañas tiene los pies. Risueño,
Como enfermizo infante, duerme plácido sueño.
¡Naturaleza, mécele con calor! Está helado.

Su nariz el perfume de los campos no aspira.
Con la mano en el pecho, duerme al sol. No respira.
Tiene dos agujeros rojos en un costado.
Arthur Rimbaud


ARTE POÉTICA
Sea la música ante todo,
Y para ello el Impar prefiere,
Soluble y libre por el espacio,
Sin nada que le pose o pese.

Es menester que nunca vayas
A escoger letra sin la sorpresa;
Nada más grato que el verso gris
Que lo Indeciso y Preciso mezcla.

Como unos bellos ojos vendados,
Luz meridiana que cintilea,
Es como un cielo de tibio otoño,
Azul desorden de las estrellas.

Pues prefiramos siempre el Matiz
Y no el Color, solo el incierto
Matiz, ¡que él es promesa única!
El sueño al sueño, la flauta al cuerno.

Huye muy lejos del asesino
Chiste cruel y Risa impura,
Que es como ajo de ruin cocina;
¡Que eso los ojos del Azur nubla!

¡A la elocuencia retuerce el cuello!
Harás muy bien, con energía,
De domeñar la Rima siempre,
Si esto no haces, ¿dónde se iría?

¿Quién de la Rima dirá los males?
¡Qué niño sordo, qué loco negro
Nos ha forjado tan falsa alhaja
Que si la liman nos suena a hueco!

¡Siempre la música continuamente!
Sean tus versos tan superiores
Que huir se sienta desde tu alma
Hacia otros cielos y otros amores.

Sean tus versos la buena nueva
Suelta a los vientos, a la ventura
Que florecer hace los mirtos…
Y lo demás… literatura.
Paul Verlaine

Notas sobre el Simbolismo

Es un movimiento en Francia a finales del siglo XIX. Surgió como una reacción contra las formas perfectas, pero superficiales de los parnasianos y ante el amaneramiento de los románticos.
La sugestión de la Idea es uno de los objetivos del simbolista, quien insinúa más allá de lo que describe. Cada uno de los exponentes intenta evadirse de manera peculiar, según el temperamento y sus medios de expresión.
La palabra “Simbolismo”, refiere al orden del universo, y las cosas aparentemente lejanas no lo están efectivamente, pues las cosas concretas son solo símbolos de un mundo abstracto. El poeta es alguien llamado a descubrir y a intuir esas afinidades misteriosas (“correspondencias”, según Baudelaire) de los seres. Esto implica que tras las apariencias de lo cotidiano, hay un universo desconocido, cuyo descubrimiento atañe al poeta, quien nos lo otorga accesible a través del lenguaje.
El nuevo matiz del lenguaje poético tendrá que apuntar al misterio y los sentidos, elevando el espíritu del lector a una existencia superior. El Simbolismo propone una correspondencia entre los sentidos. Todo poeta (“vidente”, de acuerdo con Rimbaud) vive en dos mundos diferentes e inseparables: el real y el simbólico o ideal, por lo que una cualidad auditiva posee una correspondencia visual, olfativa, mental, espiritual y en proceso inverso.
Gracias a semejante proceso psíquico es casi imposible distinguir entre la imagen y la idea, entre la realidad y el símbolo. Sentir la diferencia, apreciarla o evocarla es el fin de la poesía.