EXPRESIONISMO

 

En una sociedad europea sustentada por el optimismo positivista de la burguesía, que en la industrialización, la ciencia y en la idea de progreso creía encontrar la felicidad, la paz y el bienestar de todos y cada uno de sus habitantes, fue que surge el expresionismo como una protesta realista contra el iluminismo que caracterizó a las distintas etapas de la revolución industrial.

Este movimiento, que se nutre del fatalismo Nietscheano y del tono exaltado de la música wagneriana, así como del rechazo simbolista a la posición burguesa (positiva) de las artes, retoma de Van Gogh, Gauguin, Lautrec y Zolá, el desistimiento a un realismo esteticista, regodeado siempre en las técnicas con que se plasma la realidad en la obra, como fue el caso del impresionismo, el puntillismo o el realismo, que derivarían hacia el expresionismo, el realismo expresionista o el feísmo literario.

El expresionismo, según el poeta alemán Kasimir Edschmid, a diferencia del realismo, pero en la misma línea poética, “no mira: ve; no cuenta: vive; no reproduce: recrea; no encuentra: busca. La concatenación de los hechos –fábricas, casas, enfermedades, prostitutas, gritos y hambre- es sustituida por su transfiguración. Los hechos adquieren importancia sólo en el momento en que la mano del artista, que se tiende hacia a través de ellos, al cerrarse aferra lo que está detrás de ellos.”

SIMBOLISMO

 

El 18 de septiembre de 1886 el poeta francés Jean Moreas publica en Le Figaro el manifiesto del simbolismo literario, que se erige en contra de “la enseñanza, la declamación y la falsa sensibilidad” existente en el romántico amaneramiento del arte burgués europeo; para este efecto, y con la intención de justificar formalmente el contenido de la obra, “la poesía simbolista intenta revestir a la Idea de una forma sensible que, sin embargo, no constituye un fin en sí misma, sino que continúa sujeta a la Idea. Según Georges Albert Aurier, y respecto al simbolismo pictórico apunta que “la obra de arte debería ser a un mismo tiempo ideísta, es decir, representativa de una idea, simbolista, para expresar esta idea en formas, y sintética, para proporcionar a estas formas una significación general. 

Es por lo anterior que el simbolismo recurre a figuras e imágenes que emplea como signos para dotar a una cosa, persona, situación, momento histórico, etc., de un carácter propio y distintivo. Los máximos representantes del movimiento simbolista son Arthur Rimbaud, Jean Moréas, Charles Baudelaire, Gustave Moreau, Odilón Redón, entre otros.

EXPRESIONISMO

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