El futurismo constituye la primer vanguardia que registra
su objetivo y estética, y su alcance en las demás rupturas artísticas fue rico
y variado. Partiendo de premisas importantes
que establece Marinetti en su Manifiesto Futurista, podemos hacer una
comparación con las propuestas, casi imperativas, que lanza Huidobro en los
diversos textos programáticos referentes al creacionismo.
En primer lugar, tenemos el postulado futurista que
promulga la abolición del adverbio, debido a su calidad de nexo entre las
palabras y que, desde esa perspectiva, resulta una categoría monótona, pues
suprime el movimiento. Aunque Huidobro
nunca menciona la supresión de dicha categoría, en su Creación Pura exhorta al
poeta a eliminar todo lo superfluo. En Altazor
hay algunos adverbios explícitos, y también recurre a la locución o frase
adverbial. Veamos algunos ejemplos:
Hace seis meses solamente
Dejé la ecuatorial recién
cortada
En la tumba guerrera del
esclavo paciente
Y más adelante:
Las llanuras se pierden bajo
tu gracia frágil
Se pierde el mundo bajo
tu andar visible
Pues todo es artificio cuando
tú te presentas
.................................................................................
Elemento de lágrima que
rueda hacia adentro
Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de
infinito
Lejos de ti todo es mortal
.................................................................................
He aquí tu estrella
que pasa
Con tu respiración de
fatigas lejanas
En el prefacio encontramos lo siguiente:
Mi paracaídas empezó
a caer vertiginosamente. Tal es
la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro abierto. Podéis creerlo, la tumba tiene más
poder que los ojos de la amada.
La tumba abierta con
todos sus imanes. Y eso te lo digo a ti,
a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo.
En todos los ejemplos, los adverbios de modo, tiempo,
cantidad y lugar están subrayados. En el
Canto IV hay una reiteración del adverbio de lugar “aquí”, sin embargo, lejos
de representar un elemento accesorio o de conexión, el adverbio enfatiza el
ritmo, el espacio y protagoniza un pasaje del poema. El lugar se convierte en referencia y el adverbio
en deíctico y casi en pronombre. El
sintagma fijo “aquí yace” se reivindica, y con él, el epitafio:
Aquí yace Carlota ojos
marítimos
Se le rompió un satélite
Aquí yace Matías en su
corazón dos escualos se batían
Aquí yace Marcelo mar y
cielo en el mismo violoncelo
Aquí yace Susana cansada de
pelear contra el olvido
Aquí yace Teresa esa es la
tierra que araron sus ojos hoy ocupada por su cuerpo
Aquí yace Angélica anclada
en el puerto de sus brazos
Aquí yace Rosario río de
rosas hasta el infinito
Aquí yace Raimundo raíces
del mundo son sus venas
Aquí yace Clarisa clara risa
enclaustrada en la luz
Aquí yace Alejandro antro
alejado ala adentro
Aquí yace
Gabriela rotos los diques sube en las savias hasta el sueño esperando la
resurrección
Aquí yace Altazor azor
fulminado por la altura
Aquí yace Vicente antipoeta
y mago
Esta larga cita demuestra el uso diferente que Huidobro
da al adverbio: el movimiento. Cabe
destacar que sólo hay un adverbio más que se utiliza: hoy; así como una
locución adverbial que él introduce o crea: ala adentro. En otras ocasiones, Huidobro crea oraciones
con frases que funcionan adverbialmente, pero que no incluyen un solo adverbio,
o lo sustituyen:
El mundo se me entra por
los ojos
Se me entra por las manos
se me entra por los pies
Me entra por la boca
y se me sale
En este ejemplo, los subrayados funcionan
como adverbios de lugar y no son, en ningún caso, ni adverbios ni locuciones
adverbiales. Huidobro crea una nueva
forma de presentar una categoría limitada por su estatismo y su poca
emotividad. En su lugar, está el
sustantivo adverbializado. Encontramos
otro ejemplo similar en el Canto I, en donde vemos una verdadera abolición del
adverbio:
Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrimas
Cae en risas
Cae en música sobre el
universo
Cae de tu cabeza a tus
pies
Cae de tus pies a tu
cabeza
Cae del mar a la fuente
En esta cita, se suprime el adverbio que por
lógica debería estar. Los adverbios de
modo suprimidos son: infantilmente o como niño, como viejo, llorando, riendo,
musicalmente; recordemos que una de las propiedades del gerundio es poder
fungir como la categoría que analizamos.
Los adverbios de lugar se omiten
y se sustituyen por las preposiciones de y a.
Por otra parte, el creacionismo da una gran
importancia al sustantivo, mismo que para el futurismo debía tener su doble en
yuxtaposición y sin ningún tipo de nexo prepositivo o comparativo, con el fin
da fundirlos. Huidobro incluye algunas
frases sustantivadas como La langosta de la tempestad, La noche está
de sombrero, Cae en infancia, Cae en lágrimas, Rumor de
aliento de frase sin palabra, o mejor aún: Ni dar anillos de planetas,
que bien podría ser más lógica o convencional si dijéramos: Ni dar anillos
planetarios o Ni dar anillos como planetas. En estas oraciones el sustantivo es el
protagonista que define la totalidad del significado o significados de las
mismas.
Ante el apremio de que lo vago se precisa, Huidobro pone
especial atención al sustantivo, categoría que desfila más de una vez dentro de
la oración:
Dios diluido e la nada y el todo
Dios todo y nada
Dios en las palabras y en los gestos
Dios mental
Dios aliento
Y otro ejemplo:
Alhaja apoteosis y molusco
...........................................
Muerte el violoncelo
Una bujía el ojo
....................................
Viento flor
....................................
Cristal nube
Molusco sí por violoncelo y joya
En ocasiones, Huidobro no yuxtapone los sustantivos como
los futuristas, sino que hace intersecciones del nombre en otro nombre o
nombres, dando lugar a un tercero o cuarto:
Pero el cielo prefiere el rodoñol
Su niño querido el rorreñol
Su flor de alegría el romiñol
Su piel de lágrima su rofañol
Su garganta nocturna el rosolñol
El rolañol
El rosiñol
Pero quizá e mejor ejemplo de deconstrucción sustantiva
que hace el poeta chileno es el siguiente:
Al horitaña de la montazonte
La violondrina y el goloncelo
Descolgada esta mañana de la
lunala
Se acerca a todo galope
Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene la goloncima
Viene la golonchina
Viene la golonclima
Ya viene la golonrima
Ya viene la golonrisa
La golonniñaLa golongira
La golonbrisa
La golonchilla
Ya viene la golondía
En el último ejemplo, se aprecia la
combinación de dos sustantivos que forman un tercero, en donde se omiten los
nexos y verbos que pudieran unirlos.
Huidobro da un paso más amplio que los futuristas, y no se conforma con
yuxtaponer los nombres, sino que le da a esta categoría gramatical un carácter
aglutinante. No sólo importa al chileno
el sonido y movimiento que adquieren los sustantivos trabajados de esta forma,
además existe un proceso semántico en donde se reúnen, al mismo tiempo,
denotación, connotación, polisemia y ambigüedad.