Las
manualidades con joyería con perlas son antiquísimas. En la Polinesia, además
de usarlas en collares, brazaletes, diademas, anillos, dijes o aretes, también se
usan como finos botones de camisa, bordadas en la ropa, adornan instrumentos
musicales y se combinan con otros materiales de marquetería para jewelry home
decor.
Hoy
visité granjas en los archipiélagos polinesios de Tuamotu y Gambier, cuna de
grandes mayoristas de perlas como Juan Domard, Koko Chaze, Juan Tapu, Jean-Claude
Brouillet, Pablo Yu, Robert Wan, apodado “Emperador de la perla de Tahití” y el
mayorista de Nueva York, Salvador J. Assaël. Hay más de 1000 granjas
funcionando en estas dos islas, fue imposible recorrerlas todas. Entré a uno de
los barcos de exportación, pero no me permitieron tocar ningún ejemplar de
nácar, debido al estricto control sanitario, ya que en épocas anteriores los
barcos expandieron los virus que atacan al nácar y provocaron numerosas
epidemias y muertes. Yo les dije que me había vacunado contra todo y que mis
manos estaban muy limpias, pero aun así no pude tocar nada.
En
Occidente hay toda una tradición alrededor de las perlas; existe la historia de
una famosa perla Peregrina, que fue descubierta por un esclavo en
Panamá. Se trata de una lágrima con más de 400 años de edad. Cuando llegó a
Europa, la Peregrina tuvo diferentes poseedores: Felipe II, Isabel de
Borbón, Margarita de Austria, Maria Luisa de Parma y Napoleón III la vendió en
1848 a un inglés. La Peregrina estuvo
en una importante casa de joyeros londinenses y llegó a manos de dos
coleccionistas. En 1969, el actor Richard Burton la adquirió en una subasta y
se la regaló a su actual propietaria, Elizabeth Taylor.
Por
todo el mundo, a las perlas se le atribuyen significados negativos o positivos.
Se asocian con el amor, la paciencia, la fidelidad, la pureza de mente y del
alma, pero también con las lágrimas. Conocí a una granjera en Grambier que no
recomendaba regalar anillos con perlas como señal de alianza o matrimonio, pues
significaba mal augurio y rompimiento; en cambio, regalarlas en número impar
como cuentas de un collar, aumentaba la energía. En la cultura Occidental, se
relacionan con la paciencia y la feminidad; se consagran al mes de junio, al
lunes y a los signos Géminis y Cáncer.
Acompáñenme
a mi próximo viaje tras las gemas preciosas.
De
la serie La piedra de Biondetta, por
Anabel Arriaga
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